Hay muchos que consideran el ejercicio físico un arma muy poderosa contra la depresión y la ansiedad. Gracias a su práctica, liberas endorfinas y otras sustancias químicas naturales del cerebro que generan bienestar en tu organismo.
Al mismo, está demostrado que realizar actividad física libera la mente de preocupaciones y te ayuda a salir de una espiral de pensamientos negativos, que son el principal combustible de la depresión y la ansiedad.
Un estudio científico publicado por Nature sostiene que la dieta mediterránea es la que más ayuda a prevenir enfermedades como la depresión
No obstante, los expertos siguen quejándose de que no está presente en los protocolos de tratamiento de enfermedades mentales a un nivel similar a las terapias de conversación y los medicamentos.
Efectos positivos
Felipe Barreto Schuch, de la Universidad de Santa María (Brasil) y Brendon Stubbs, del King’s College (Reino Unido), han realizado una investigación sobre la relación entre ejercicio y depresión que ha sido publicada en ‘Current Sports Medicine Reports’. Veamos cuáles son sus conclusiones.
Los investigadores querían ver si había una relación causa-efecto entre ejercicio y depresión e intentaron disociar ambos elementos. Es decir, es posible que las personas no experimenten depresión porque hacen ejercicio, pero también es muy probable que la gente no haga ejercicio porque está deprimida.
Así, los responsables de este estudio, analizaron 49 estudios, que incluían a casi 267.000 personas que no sufrían depresión, y les hicieron un seguimiento durante un año. La conclusión: el ejercicio físico reduce el riesgo de sufrir esta dolencia entre un 17 y un 41 por ciento, dependiendo del país, de la edad y del sexo.
Primer objetivo cumplido. Los investigadores observaron que el hecho de que hagas ejercicio no significa que nunca vayas a tener una depresión, pero ciertamente reduce el riesgo de que la sufras en el futuro.
Fuerte antidepresivo
La otra gran pregunta que se hicieron los responsables del estudio era si el ejercicio puede tratar una depresión ya existente. Para ello, examinaron otros 25 estudios, en los que estaban incluidas unas 1.500 personas con depresión.
La conclusión fue que hacer ejercicio físico tiene "un efecto antidepresivo muy grande y significativo". No obstante, no es oro todo lo que reluce. El propio estudio señala que "al igual que otros tratamientos, el ejercicio no es una panacea y puede no funcionar por igual para todos". El ejercicio puede, y a menudo lo hace, ayudar, pero no siempre y no para todos.
Un equipo de investigadores daneses hasta lo ha cuantificado. Si tienes diez kilos de más, tus probabilidades de padecer este trastorno aumentan un 17%. Hablamos con un experto
En la investigación se comprobó que entre el 40 y el 50 por ciento de las personas con depresión responden al ejercicio de una manera adecuada y es beneficioso para ellos en una escala alta y compatible con otros tratamientos.
Al mismo tiempo, los investigadores descubrieron que la tasa de deserción de este tipo de terapia es el más bajo. Los tratamientos con medicamentos tienen una tasa de deserción de entre el 26 y el 28 por ciento, las terapias conversacionales sufren un abandono del 19 por ciento y el ejercicio se queda en un 18 por ciento.