1. Nutre tu intestino con alimentos ricos en prebióticos (ajo o cebolla) y fermentados (chucrut, kéfir).
2. Cada hora de sueño perdida reduce tu defensa inmune. Apaga las pantallas 2 horas antes de dormir para descansar mejor.
3. Camina 30 minutos al día para producir más células inmunes clave.
SUPLEMENTA con probióticos si necesitas un refuerzo extra tras tomar antibióticos o estás en un estrés prolongado.